Son elásticas, pero no irrompibles. Si las estiras demasiado al ponértelas o sacártelas el cordón perderá su firmeza. Lo más recomendable es que cuando te la coloques, dejes que ellas mismas se deslicen hasta donde quieres que vayan. Lo mismo al guardarlas.
La primera vez que la compre, ajustala al diámetro que desees y procura dejarla de ese tamaño para alargar su vida útil.